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La Torre Evanescente - Michael Moorcock


Sinopsis
Elric de Melniboné, orgulloso príncipe de una ciudad en ruinas, último señor de una especie agonizante, recorre las tierras de los Reinos Jóvenes buscando vengarse del nigromante Theleb K'aarna.
Su periplo le conduce a una alianza con Myshella, la misteriosa dama de Kaneloon, a la Ciudad de los Mendigos y los páramos helados del Confín del Mundo, y a una lucha desesperada en defensa de Tanelorn, la Ciudad Eterna.
Este libro narra la siguientes etapas de las aventuras de Elric después de lo sucedido en e libro anterior. Si bien no hay una continuidad directa, se repiten algunos personajes y enemigos. Esta novela contiene tres historias diferentes, que trataré de resumir sin develar mucha información.

(...) y entonces Elric dejó Jharkor en persecución de cierto brujo que, según afirmaba Elric, le había causado cierta afrenta (...)
Crónica de la Espada Negra

El Tormento del Último Señor
Elric, en compañía de Moonglum, se encuentra obsesionado con encontrar a su enemigo Theleb K'aarna y destruirlo. Este poderoso hechicero de Pan Tang le ha causado varios problemas a Elric, debido a los celos que tiene el brujo por la relación entre el Último Señor de Melniboné y la reina Yishana de Jharkor.
Mientras tratan de seguir su rastro y a la vez no ser descubiertos, son atacasdos desde el cielo por unas criaturas metamórficas llamadas Oonai.

La expresión de Elric se transformó en una torva mueca. Sus ojos carmesíes brillaron como rubíes pulidos. Llevó la mano izquierda a la empuñadura de su gran espada negra, la espada mágica Tormentosa, y dominó su creciente sensación de horror.
Pues allí, en pleno vuelo, la forma de aquellas criaturas había cambiado. De pronto, habían dejado de parecer dragones y habían adquirido el aspecto de unos cisnes multicolores cuyas plumas relucientes recogían y reflejaban los escasos rayos de sol que aún quedaban.

Logran escapar por muy poco, pero están perdidos, sin alimentos y muertos de frío. Al borde de la muerte, encuentran un castillo abandonado en el medio de la nada. El sitio parece vacío, casi sin muebles, pero la gran chimenea de la sala está encendida y hay comida en abundancia. Al inspeccionar más a fondo, encuentran en lo alto de la torre a una dama (Myshella) que duerme bajo los efectos de un hechizo. A Elric se le parte el corazón porque se parece a su antigua amada.

Una Trampa para el Príncipe Pálido
Elric se ha ganado muchos enemigos durante su vida. Uno de ellos es Urish, el rey de Nadsokor.

Nadsokor, la ciudad de los mendigos, tenía mala reputación en todos los Reinos Jóvenes. Erigida junto a la ribera de aquel río fiero, el Varkalk, y no muy lejos del reino de Org donde se extendía el pavoroso bosque de Troos, Nadsokor expelía un hedor que resultaba sofocante a diez millas de distancia y apenas recibía visitantes.
Desde aquel desagradable lugar partían sus habitantes a mendigar por el mundo y a robar lo que podían, para traerlo de vuelta a Nadsokor, donde la mitad de sus ganancias pasaban a las arcas del rey a cambio de su protección.

Otro de los enemigos (no diré cuál) de Elric acude ante Urish para proponerle algo: atraer al albino y tenderle una trampa dentro de la ciudad, acabando con el para siempre.

Tres Héroes con un mismo propósito
Elric está en Tanelorn pero se encuentra inquieto. A diferencia del resto de los mortales, la ciudad no apacigua su alma. Sale a dar un paseo se encuentra con un viejo enemigo que, valiéndose de un extraño artefacto, atrae criaturas invencibles de otro universo para destruir la ciudad.

Aquello era una creación del Caos que proporcionaba una clave sobre cómo el Pueblo Condenado había llegado a destruirse a sí mismo. Y el objeto estaba vivo. En su interior, algo latía con el pulso delicado y vacilante de un pajarillo agonizante. Elric había presenciado muchos horrores en su vida y muy pocos de ellos le habían afectado, pero aquel artefacto, aunque a primera vista pareciera más inocuo que la mayoría de lo que había visto, le hizo subir la bilis a la boca.

El albino tendrá que utilizar la máquina, viajar a otro mundo y reunirse con otras dos de sus encarnaciones.
Esta historia se relaciona con La Trilogía de las Espadas. De hecho, buena parte de esta narración es casi una repetición de lo visto en esa saga.

Opinión
En La Torre Evanescente nos encontramos con todo aquello que nos tiene acostumbrados Michael Moorcock. Viajes dimensionales, demonios, enemigos celosos, criaturas repugnantes, damiselas en apuros (pero que no son una princesita desvalida). La narración es breve, lo cual por momentos se agradece por la agilidad que le da a la historia, y otras se padece por la falta de detalles.
La tercer historia es la que más conflictos genera al lector. Si no ha leído la Trilogía de las Espadas, parte de su encanto se pierde, pero si lo ha leído, siente que es una repetición, casi palabra por palabra, y el cambio de punto de vista de Corum a Elric no aporta realmente nada.

Puntaje

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